sábado, 15 de agosto de 2020

Carta de un poeta cansado


Sueños que revelan pausadas madrugadas. Silencios que se esconden entre susurros que son frases muertas. Tú verdad no es la mía. Las rendijas de los cristales rotos nunca fueron puertas abiertas a mi mundo. ¿Qué sabrás tú de mi vida?

Sigue masticando despedidas. Yo desapareceré rotundo, como el humo de la chimenea perdiéndose en el cielo gris de cualquier invierno. Me voy, vete, aunque ya no estás desde hace tiempo.

No recuerdo ni tu nombre, te llamaré veneno del recuerdo que me clava tu olor en la memoria como un candente hierro. Anda, huye, aléjate veloz, pero no me busques más, no quiero saber de ti, ni de tus ojos mirándome como cielos abiertos, dejándome en la pupila el único sabor dulce que recuerdo de ti.

Eres un piélago de incongruencias y solo una verdad, pero ya no eres, no existes, no hay rincón de mi vida que te recuerde. Déjame soñar con maravillas, márchate y permíteme abrazar tu ausencia llena de paz. Llévate tras de ti tus dudas; tus reproches constantes. ¿Acaso es mentira?

Exhibe tu triunfo y haz de él mi derrota, y siéntete orgullosa, aunque tus manos estén manchadas de ilusiones rotas. ¿A qué esperas? Deja de clavarme el puñal de tu recelo. Márchate, o haz lo que te de la gana, ya todo da lo mismo. Formas parte de un instante  alquitranado de olvido en mi memoria.

Qué pena que no fueras capaz nunca de posicionarte tú misma en cualquier otra circunstancia que no sea la tuya. Nunca he conocido a una persona más desconfiada que tú;  con mucho ingenio, pero con poca empatía, incapaz de aprovechar lo que el destino le ofrece, ingenua respecto de esta carencia, sincera, y aún así injusta en minucias, tozuda y creadora de fantasmas absurdos que ni siquiera contrasta con la realidad. Porque para ti todo han de ser mentiras.

No tienes la menor sensibilidad para dar, pero siempre queriendo recibir, careces de espíritu,  eres incapaz de amar de verdad. Quizás tengas el carácter de un gato; depredadora disfrazada de animal doméstico. No reconocerías la nobleza en otra persona aunque te dieras de bruces con ella. Egoísmo infantil es lo que llevas. Sin amor aunque te definas enamorada. Con necesidad de expansión de todo lo que tú crees representar. Astuta, sí, y llena de autodominio, pero vacía, de ahí todas esas dudas.

Me voy, estás avisada, mi vuelo sale esta noche, no sé si me dejo algo más en el tintero, no obstante, creo suficiente todo lo que he dicho. No espero saber nada de ti, como tú ya no sabrás nada más de mí. Sin embargo, antes me gustaría decirte que todo lo que te desprecio es por todo lo que te amé, y que tú jamás creíste ni supiste apreciar.

5 comentarios:

  1. It is very sad, the pain goes through my computer screen.

    ResponderEliminar
  2. Sometimes you have people who don't want quite the same thing, right?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. It's not real, Nasha. It is not autobiographical. It is not the experience of the writer, it's a fiction...

      Eliminar
  3. Sospecho que en el fondo, lo que tú esperas es lo que todos esperamos, que nos suceda algo extraordinario y que encontremos a alguien extraordinario. Si tú saltas yo salto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No hay nada que saltar, Emi. Yo salto con mis palabras, así es la mente de un escritor. Gracias.

      Eliminar

Útima entrada

Nuestra lucha y la tuya

Gracias a los esfuerzos de la sociedad civil se ha avanzado hacia la igualdad LGBTI.  Las  recientes leyes que constituyen el matrimonio ent...

Lo más leído