jueves, 27 de agosto de 2020

Lágrimas de tinta negra

 


Anda libre el amor en el aire

sin muralla que lo detenga,

por entre las briznas de hierba

o gestando el sendero del caminante,

bajo la mirada de las estrellas

y sobre los mares y océanos..


Hay solo una mujer en el mundo para este poeta, 

en su pupila adivino la tormenta,

y al cálido abrazo de primavera bella,

al amparo de un beso tierno,

muere de amor el que de versos llena las siestas.


Fuera de toda ciencia o razón alguna,

es más hechizo de copa mágica

que prodigio de acertada pluma.

Pues el fervor que brota de la punta de su cresta

es basto y mi verso falto de gracia,

o de floridas rimas, consonancias y ritmos,

pues no es si no por ella que mi poesía embelesa.


Me llevo tus lágrimas como tinta para mis versos,

pigmentadas de rímel y de agua salada

para conjugar con ellas todos los verbos,

y esos adjetivos que solo tus contornos me dicten.

Así haré la amada ruta de cuerpo con mis palabras sinceras,

pues, sólo con decir tu nombre ya manan diccionarios enteros.

Quizás sean los frutos de tus besos 

o la alquimia de tu ternura,

o tal vez sea la magia del perfume del enebro sobre tu cuerpo.



domingo, 16 de agosto de 2020

Poeta y poesía

 



¿Para qué gritar tu nombre al viento?
Si rememorar tu sonrisa,
tus ojos,
tus labios,
ya es perderlo todo en la bruma...
Las sabanas vacías lo afirman.
Las horas inciertas lo confirman.
Madrugadas perdidas son mis pensamientos.
Dar vueltas en la cama,
sufrir mis insomnios llenos de recuerdos.
El silencio,
el tic tac del reloj rebotando en las paredes,
tu voz que no es ya más que un susurro lejano,
tu ausencia,
mi dolor.
¿Quién se fijará mañana en mis ojeras?
O en ese andar taciturno,
lento,
perdido,
cansado de tanto saltar abismos...
¿Y la sal en mis mejillas?
¿Quién me preguntará por ella?
¿Quién me dirá que se me escapa la vida?
Quizás esta distancia maldita
me vuelva eternamente inhabitable.
Pero así es la vida del poeta,
así su poesía...

sábado, 15 de agosto de 2020

Carta de un poeta cansado


Sueños que revelan pausadas madrugadas. Silencios que se esconden entre susurros que son frases muertas. Tú verdad no es la mía. Las rendijas de los cristales rotos nunca fueron puertas abiertas a mi mundo. ¿Qué sabrás tú de mi vida?

Sigue masticando despedidas. Yo desapareceré rotundo, como el humo de la chimenea perdiéndose en el cielo gris de cualquier invierno. Me voy, vete, aunque ya no estás desde hace tiempo.

No recuerdo ni tu nombre, te llamaré veneno del recuerdo que me clava tu olor en la memoria como un candente hierro. Anda, huye, aléjate veloz, pero no me busques más, no quiero saber de ti, ni de tus ojos mirándome como cielos abiertos, dejándome en la pupila el único sabor dulce que recuerdo de ti.

Eres un piélago de incongruencias y solo una verdad, pero ya no eres, no existes, no hay rincón de mi vida que te recuerde. Déjame soñar con maravillas, márchate y permíteme abrazar tu ausencia llena de paz. Llévate tras de ti tus dudas; tus reproches constantes. ¿Acaso es mentira?

Exhibe tu triunfo y haz de él mi derrota, y siéntete orgullosa, aunque tus manos estén manchadas de ilusiones rotas. ¿A qué esperas? Deja de clavarme el puñal de tu recelo. Márchate, o haz lo que te de la gana, ya todo da lo mismo. Formas parte de un instante  alquitranado de olvido en mi memoria.

Qué pena que no fueras capaz nunca de posicionarte tú misma en cualquier otra circunstancia que no sea la tuya. Nunca he conocido a una persona más desconfiada que tú;  con mucho ingenio, pero con poca empatía, incapaz de aprovechar lo que el destino le ofrece, ingenua respecto de esta carencia, sincera, y aún así injusta en minucias, tozuda y creadora de fantasmas absurdos que ni siquiera contrasta con la realidad. Porque para ti todo han de ser mentiras.

No tienes la menor sensibilidad para dar, pero siempre queriendo recibir, careces de espíritu,  eres incapaz de amar de verdad. Quizás tengas el carácter de un gato; depredadora disfrazada de animal doméstico. No reconocerías la nobleza en otra persona aunque te dieras de bruces con ella. Egoísmo infantil es lo que llevas. Sin amor aunque te definas enamorada. Con necesidad de expansión de todo lo que tú crees representar. Astuta, sí, y llena de autodominio, pero vacía, de ahí todas esas dudas.

Me voy, estás avisada, mi vuelo sale esta noche, no sé si me dejo algo más en el tintero, no obstante, creo suficiente todo lo que he dicho. No espero saber nada de ti, como tú ya no sabrás nada más de mí. Sin embargo, antes me gustaría decirte que todo lo que te desprecio es por todo lo que te amé, y que tú jamás creíste ni supiste apreciar.

jueves, 13 de agosto de 2020

Esta tarde quiero

 


Esta tarde quiero ser viento, 

quiero ser balada de amor,

quiero ser tiempo,

no quiero ser olvido.

Esta tarde quiero abrazarte muy fuerte.

Quiero beber de tu boca

hasta ahogarme en tus suspiros,

hasta inhalar tu tranquilidad.

Hasta morir envuelto en tu aliento.


Esta tarde quiero ser yo, pero contigo.

Esta tarde quiero ser amor, quiero ser deseo,

quiero ser razón para prenderme en tu cuerpo

y colgarme de tus pechos.

Esta tarde quiero provocar tus curvas.

La belleza de tu piel desnuda,

el resplandor de tu sonrisa más bella.

Porque esto trata de ti.

De ti, de mí y de esta tarde.

Por ello esta tarde quiero ser noche.

Esta tarde quiero ser tú.


martes, 11 de agosto de 2020

El hombre del espejo


Soy yo. Ese que veo cuando me miro en el espejo. El que siempre permanece callado observando e imitando los movimientos que yo mismo hago para reconocerme. Tengo miedo de cerrar los ojos, porque entonces no me veo y me podría permitirme ciertas licencias. ¿Y si tratase de abstraerme de todo aquello que no me gusta y aprovechando ese instante pudiera cambiar mi vida?

Soy yo, sí, y lo sé, esa silueta que veo algunas noches de luna llena asomada al lago de mi conciencia obscura. Y lo malo es que me gusta imaginar que mi vida se compone de una secuencia de momentos repetitivos, como si de un continuo déjà vu se tratara, me deslizo con movimientos suaves, acompasados, como siguiendo el ritmo del preludio de Johann Sebastian Bach. Podría caminar por el agua. Porque soy mi otro yo, el de la mirada perdida en otros mundos, el de la media sonrisa que se torna en mueca, según los atardeceres que acudan a mi ventana.

Soy un actor dentro de una película en blanco y negro, con cigarrillo de marihuana al borde de los labios. Soy el hombre que se rodea de mujeres, pero malvive huérfano de abrazos. Soy ese ingenuo que cree en el amor por encima de la razón. Aquel que perdió la cordura de golpe, tras casi perder la vida una madrugada cualquiera.

Soy el que camina descalzo por los montes escarpados de mi infancia lejana. El que habla con el cielo estrellado desde los acantilados donde se derrumba la soledad en sombras. Soy el que se aferra a los recuerdos desgarradores y adopta las penas sin dueño. Soy el que dio un beso a una chica por primera vez a los diez años y desde entonces no ha dejado de darlos. No es un vicio. Responde a un orden natural de búsqueda, no a un impulso.

Sí, lo confieso, he roto unos cuantos corazones equivocados. Y he perdido algún que otro tren, pero no quiero acabar cogiendo el primer coche que me pare haciendo autostop. He visto trescientos amaneceres seguidos sin dormir y ahora estoy cansado, quiero dormir quinientas noches, hasta que la princesa esperada anti-encantamientos me despierte para entregarme su amor y mostrarme el mío.

Puedo decir que reí mucho, pero aún lloré más. Lloré por dolor, por miedo, por alegría, por despedidas, por muertes, lloré hasta por nada, solo por ver si esto me humanizaba. Por eso, hoy, puedo decir que soy el testimonio de un pasado que recuerdo con nostalgia, pero sin ganas de volver a vivirlo. No echo de menos nada, porque a pesar del paso del tiempo, sigo reconociéndome en los espejos y eso, me guste o no, es la única realidad a la que me puedo agarrar; eso soy yo.

jueves, 6 de agosto de 2020

¿Hacia la III República española?



El mayor desafío que la historia nos propone hoy es encontrar un modelo diferente de país. Con un horizonte de crecimiento, progreso y bienestar para todos. Este reto es posible a pesar de los graves actos de corrupción que hemos sufrido, con la monarquía a la cabeza, a pesar de la crisis sanitaria que que el Covid-19 nos está imponiendo, y a pesar también de las posibles consecuencias económicas que todo esto provoca. Hay que ser valientes, pues se requieren medidas transversales con un único objetivo: derrumbar las murallas levantadas por todos estos años de incompetencia y robo, generar empleo de calidad, mayores ingresos para la población, mejoras sanitarias y educativas...

Como todo en esta vida, entiendo que hay algunos que aún están en contra del cambio, el miedo es libre, pero creo igualmente que, en una democracia moderna en la que hay diferencia de opiniones, un referéndum debería ser la opción elegida para ver si este pueblo quiere o no un nuevo sistema político más equitativo, más avanzado y mejor diseñado para los nuevos tiempos y, solo la voz del pueblo es legítima para expresar este hecho. Porque, por encima de todo, esta voz es la más soberana.

Y esto no es solo un dato, lo verdaderamente relevante es someter a consulta si existirá mañana una monarquía manchada parlamentaria o una república nueva y entusiasta, y como digo, solo la expresión popular es legítima para que se conozcan y disipen estas dudas. 
Así, la ciudadanía votará por la mejor forma de diseñar una renovada España, al margen de los resultados que pudieran derivarse de esta consulta.

Silenciar esta voz no tiene ningún sentido. Los buenos dirigentes están para resolver controversias y tomar decisiones a corto plazo, ya habrá tiempo después para valorarlas a  largo plazo.

Es un hecho ineludible, la monarquía permanece en su trono de oro con esa función irrelevante dentro de nuestra democracia que solo sirve para mantener sus estómagos llenos mientras las colas del hambre crecen. Y el pueblo español está cada vez más concienciado de que se le está robando esa competencia fundamental que es la soberanía que realmente ostenta, y lo dice la Constitución, no yo. Tenemos un derecho que nadie nos puede quitar, y es el de poder elegir a través de los cauces democráticos del sufragio a la persona que queremos ostente la Jefatura del Estado.

El movimiento republicano en España está creciendo de un modo exponencial, y los poderes fácticos se van a ver obligados a ceder. pero aún quedan demasiadas presiones que lo impiden, pues el poder Ejecutivo tiene la potestad de implementar medidas que van siempre en contra de los intereses de la ciudadanía.

Dicho esto, ¿por qué no pensar que nos acercamos a unos tiempos semejantes a los que precedieron a la primavera de 1931? Aquellos que propiciaron la transformación pacífica del Régimen Monárquico del libertino Alfonso XXIII, tan semejante a su nieto Juan Carlos I, en otro Republicano cuya consecuencia sea la modernización de un país tan castigado desde el sedicioso levantamiento anticonstitucional y antidemocrático del general Franco, que tantos signos de agotamiento muestra ya, desde la estructura territorial del Estado, hasta el diseño y contraposición del sistema de clases sociales que lo integran. De ahí ese miedo visceral que algunos poderes muestran ante esos nuevos colectivos en la arquitectura social que buscan una solución a los enfrentamientos antagónicos que no pueden seguir existiendo como tales a estas alturas.

Somos muchos millones ya de españoles de origen no catalán los que también sentimos la necesidad de una república como algo ineludible de, cuando menos debatir, y esto es democracia, y esto es ser español, y europeo, pero también universal, porque en esto consiste ubicarse en un marco de un Estado Español republicano y federal. 

sábado, 1 de agosto de 2020

La decadencia monárquica



La Constitución española de 1978 proclama la irresponsabilidad e inviolabilidad del Rey. Pero un análisis de los recientes acontecimientos sabidos por todos a partir de las demandas presentadas contra el rey emérito Juan Carlos I nos debería hacer cuestionar esta prerrogativa enunciada en el artículo 56.3 de la Carta Magna, así como su posible colisión con muchos derechos fundamentales.

Los aforamientos se deben a un sistema de protecciones y favores que permite a algunos tener ciertos privilegios judiciales, a diferencia del resto de españoles. Por eso, se debe acabar ya con la idea de aforamientos desde las comunidades autónomas y el Estado. Y sobre todo, es necesaria una reforma constitucional para eliminar el privilegio judicial más grave de todos, la ausencia de responsabilidad del Rey, establecida en el artículo 56.3 de la Constitución, como antes mencionaba, es patético que  en pleno siglo XXI, la justicia se siga administrando bajo la fórmula arcaica de «en nombre del Rey». La justicia emana del pueblo, por si alguien no se ha enterado. 

Los negocios de esta monarquía corrompida la convierten en una institución no idónea para nuestra democracia. Los Borbones se han enriquecido a costa del pueblo español, y son una figura impuesta por la dictadura. 

Juan Carlos I, aún a día de hoy y a pesar de su abdicación, continúa disfrutando de un estatus especial financiado con los Presupuestos Generales del Estado. ¿De verdad somos tan tontos como pueblo los españoles, o quizás, son esos intereses políticos que algunos partidos tienen pendientes los que soportan esta tara, mientras millares de españoles hacen cola en los bancos de alimentos?

España cada vez tiene más dudas sobre un sistema que lleva décadas sin rendir cuentas. 
y la gestión de Felipe VI tampoco es que arroje mucha más transparencia, el actual rey y toda su familia siguen disfrutando de unos privilegios adquiridos solo por mandato sanguíneo. Quizás sea el momento de decir basta, y como soberanos que somos, como pueblo empoderado, exigir un referéndum. 

domingo, 12 de julio de 2020

La complicidad de los contrarios



Encontrar a alguien igual o muy parecido a uno mismo parece en principio algo maravilloso, pero quizás se pasa por alto algo esencial. La compatibilidad no solo es cuestión de coincidir en aquellas cosas que nos planteamos. Es importante reírse, disfrutar de la compañía del otro y compartir intereses, aficiones y valores, por supuesto, pero, ¿es eso todo lo que buscamos en el amor?

Yo creo que la compatibilidad se basa en algo más que en similitudes. Considero más importante encontrar a alguien diferente que consiga que el crecimiento personal dependa de los desafíos que te ponga por delante, porque alguien exactamente como yo no me empujará hacia nuevos retos.

Si quiero crecer como persona, no puedo conformarme con mi hermana gemela. Entiendo que para muchos es fácil dejar que su propio reflejo les seduzca. Lógicamente, alguien que apruebe cada capricho, que esté de acuerdo en los temas importantes y que quiera pasar cada hora del día de la misma forma que nosotros, en principio es una idea que atrae. Pero, ¿esto no estaría condenándonos a quedarnos estancados?

En mi caso, tal vez sea un poco dramático o, incluso algunos dirán que masoquista,  necesito esas semillas de crecimiento. Y alguien igual a mí no me reta a cosas nuevas, ni me enseña nada sobre la vida. Mi pareja ideal no es una persona con puntos de vista, personalidad o entorno idéntico. Mi modelo perfecto me complementa y me plantea retos a diario para alcanzar nuevos niveles de comprensión y experimentar cosas excepcionales y diferentes a las que no estoy acostumbrado.

Y tanto es así que a veces no la aguanto, porque sus opiniones me sacan de quicio y porque su visión del mundo me parece hasta incompatible. Pero, sin embargo, eso me ayuda a ver las cosas desde su perspectiva, a entender cómo sus vivencias han dado forma a sus enfoques y a sus principios. Veo la posibilidad de que existan realidades alternativas. Que yo no soy el rey del mundo y que no siempre tengo el poder de la razón y la verdad absolutas.

Me enseña que ella también posee puntos fuertes, y que éstos compensan mis puntos débiles, y por supuesto también al revés. Así que, al margen de esos momentos en que la odio, me proporciona muchos más instantes en que la admiro por destacar en aquellos ámbitos que a mí me cuestan más, como cuando hace que mantenga la calma cuando pierdo los estribos.

Juntos somos mejores. Y bienvenidos esos desacuerdos. O esas discusiones y peleas, porque sabiendo disculparse, todo va bien.

Hoy me río y disfruto de esas diferencias fastidiosas. Aprecio esos aspectos de su personalidad que me provocan ganas de tirarle de los pelos, porque son cosas que nos complementan. Los defectos no son defectos en absoluto. Somos humanos en evolución constante. Imparables; precisamente por esa unidad que formamos.

lunes, 6 de julio de 2020

En la inmensidad de la noche




Con mis palabras intento emular ingenuamente aquellos amores dramáticos que se entregaban en otro tiempo en las noches de luna llena, pero mis versos desmayados me delatan cuando los disfrazo de distancia. Pasa el tiempo sin pasar, como si habitara en un reloj de arena infinitamente lento. Tras mi ventana se oye el gemido del viento que acaricia con sus lamentos mis cristales. En la estepa duerme el recuerdo hecho barro por la lluvia de las lágrimas de cien amantes olvidados, como si fueran huesos molidos por los siglos entre las vastas ruinas de la tarde que cae en el horizonte. Yo lo observo desde las sombras, escondido, a la deriva de mis pensamientos, en un mar borroso de momentos vividos.

He encendido un viejo farol de queroseno para hacer más íntimo el ritual de pensarte. Así a medida que escribo, siento tu presencia más cerca de mí. Casi puedo verte sentada, en esa vieja mecedora de madera de roble, mirándome con una sonrisa dibujada en tus labios, una sonrisa como la que tengo yo ahora, mientras te escribo, en alguna parte del mundo, a solas, echándote dolorosamente de menos. 

Si cierro los ojos puedo sentir que estás aquí . Puedo rozar tu cuello con mis labios, oler tu cabello, tocar tus manos. En la inmensidad de la noche que se cierne sobre mí esculpo con mis poemas dioses ahítos de vértigo por la anatomía sinuosa tu cuerpo. Puedo sentir tu aliento, tus labios húmedos posarse en los míos. Tus dedos enredados en mi pelo. Puedo notar tu respiración, mientras te aferras a mis brazos y nuestras bocas se unen como si tuvieran miedo a separarse de nuevo. 

Puedo sentir cómo juntos derrumbamos murallas, cómo alejamos esos viejos fantasmas muertos que arrastramos. Puedo gritar hasta quedar exhausto, agradecido y saciado, puedo fundirme contigo en un abrazo imaginario e infinito, y puedo ver dos cuerpos reconvertidos en un todo en mitad de esta nada opresiva. No quiero romper ese silencio que lo dice todo, pues ahora sé que mi alma existe, ya que siento cómo me duele.

domingo, 5 de julio de 2020

El eco de mis recuerdos



Hay cosas que escribo en mi diario para mantenerlas escondidas.
Hay otras con las que hago canciones para repetirlas cada vez que lo necesito.
Hay cosas que se quedan ocultas en mi alma

y que estarán conmigo siempre y en todo momento.

Hay cosas que ni callando puedo guardar en secreto.
Hay cosas que escribo a la luz de las velas
y cosas que recito a oscuras.
Hay palabras que siento tan mías que no son de nadie más.
Hay cosas que solo he sentido contigo
y más que sin ti no hubiera vivido.
Hay cosas y cosas, y muchas más cosas
que no acabaría de enumerar en toda una vida.
Algunas se las lleva el tiempo allí donde el olvido cría vacíos.
Donde la soledad es la nada y el silencio el eco de mis recuerdos.
Pero todas son cosas que siguen ancladas
aunque el viento sople fuerte,

porque están en mi alma.
Y allí quedaran eternamente conmigo cuando ya no haya mundo.
Porque todas esas cosas dicen cuánto me has querido.

Hay cosas que son palabras y que escribo para ti,
y hay poemas llenos de versos
que quizás lleguen cuando ya no haya nadie que quiera leerlos.

viernes, 3 de julio de 2020

Poder e influencia



El interés y la pretensión de personajes sin escrúpulos como Donald Trump, por conseguir lo que quieren, les lleva, incluso, a atentar contra la vida de los demás. Está claro que la práctica de este crimen abominable, en circunstancias precisas como la que el mundo está viviendo son perversas y malintencionadas. 

El ego de este monstruo le ha llevado a acaparar la medicación de Remdesivir, y convertir   en misión imposible su acceso para el resto de países en los próximos meses. Este infame ser ha comprado las más de las 500.000 dosis disponibles para julio de este medicamento,  garantizándose el 90% de las que la farmacéutica Gilead produzca para los meses de agosto y septiembre.

Es una cuestión de dignidad y respeto hacia el bien más preciado, la vida humana, ya que está en juego el futuro de la humanidad. La vida humana debe ser defendida siempre, y ningún dirigente tiene derecho a imponer su fuerza o su criterio ante este hecho tan natural. Por eso, más allá de convicciones o intereses, este payaso con aires de grandeza debería creer un poco más en la multilateralidad y en la solidaridad primero. Y si no, para eso están sus asesores. Este medicamento existe gracias a los esfuerzos y ensayos realizados por otros países, se probó como antiviral para el ébola, y su investigación original fue la hepatitis C.

Esta actitud acaparadora puede hacer saltar las alarmas ya que destruye los fundamentos de la cooperación internacional, cuestión de suma importancia de cara a una posible vacuna. Trump solo quiere el monopolio. Y no tiene reparos en proclamar que su Administración está dispuesta a pujar y superar a cualquier otro país para asegurarse los suministros médicos que considere necesarios para Estados Unidos.

Naciones Unidas debería contemplar esto en base al orden jurídico e incluso penal, pues la intención deliberada de EE.UU. viola la dignidad y supone un peligro universal. El derecho a vivir es un derecho fundamental, sobre el cual descansan todos los demás derechos. Este enfermo mental no tiene ni puede tener derecho a despreciar a todo aquel que no sea estadounidense, y mucho menos a privar de la posibilidad de una cura a otros seres humanos por el hecho de haber nacido en otro país que no sea el suyo.

Esta acumulación de Remdesivir es una muy mala noticia para el resto de países, ya que pone de manifiesto el efecto escalofriante que la Administración Trump tiene sobre los derechos de propiedad intelectual.

Nada debería valorarse más que la vida humana, no hay justificación para que un país o un dirigente se consideren superiores a otros. Estamos inmersos en un sistema deshumanizado que otorga más valor al dinero, al poder o a las influencias.

lunes, 29 de junio de 2020

Si alguna vez te dije amor cosas injustas



Si alguna vez te dije
que de tu amor yo estaba harto,
si alguna vez en un momento de enfado
de tus palabras me burlé, 
y si en ese instante infame
no supe o no quisé insinuarte
que eras un amor más allá del amor,
un amor por encima del culto del nexo que nos une,
un amor, más allá del juego siniestro
de las palabras odiosas.
Si alguna vez te dije cosas aciagas,
te mentí.
Porque eres un amor que no necesita epítetos,
ni exigencias.
Un amor no sometido
a los destellos de la vesanía o el remordimiento,
no se trata, ni lo pretende esta poesía, 
de decirlo todo o callar.
Y es que solamente eres un amor para estar juntos, 
aunque a veces deseara no estarlo,
un amor para todas las primaveras y veranos.
Para todos los otoños e inviernos.
Un amor para abrir los ojos.
Y quizás también para cerrarlos.

domingo, 28 de junio de 2020

Tú que eres



Tú, que eres la expresión de mi piel,
la extensión de mi alma.
Tú, prolongación de mi cuerpo, 
mitad de mi ser.
Tú, guardiana de mis sueños, 
de mis pensamientos.
Tú, dueña de mis palabras, 
música infinita de mis versos.
Tú, que surcas mis trazos 
que siembras con tus manos tierras fértiles en mi pecho.
Tú, mi mar bravío de caricias que ahorgan,
de inmorales fantasías que buscan mi desnudez,
Tú, oleaje de fuego,
pasión que me seduce con sólo rozarme,
candor que llena mi boca de besos.
Tú, toda brazos, piernas, manos y labios.
Tú, locura que navega desde mis hombros hasta mi vientre,
de mis pies a mi cintura,
de mi ombligo a mi cabello.
Tú, curvas a la medida de mis líneas, 
molde de mi dedos,
sublime comunión de dos almas,
eco de ese gemido que nos une en un mismo suspiro,
Tú, mi misma lengua,
Tú, el acompasado latido.

viernes, 26 de junio de 2020

Página número 15 del diario del poeta solitario



Querido diario:

Hacía meses que no me reunía contigo. He estado demasiado ocuapdo buscando la felicidad y viajando hacia el país de los sueños. ¿Sabes? Conocí a la mujer perfecta, después de tantos años esperándola. Para castigarla por haber tardado tanto, me enamoré de ella. Es maravillosa, me da miedo que lo sea tanto. Tan perfecta como los poemas de amor que escribe para mí. Acabo de escribir unas palabras en mi blog dedicadas a ella, en estos años de su ausencia, parece que he aprendido a escribir. Ya no leo la prensa nunca. Aborrecí las noticias que traen los periódicos cada día, porque cuando los leía era una agonía continua de rabia y frustración. Además, ahora, vivo solo para ella, y no quiero que se enfade conmigo, es demasiado susceptible, tiene demasiadas dudas. Yo, amigo diario, no he aprendido nada. Actúo igual que lo hacía antes, tal vez soy demasiado sumiso. Siempre he tenido miedo al conflicto. Un trauma que jamás superaré. Se lo debo a mamá.

Todos los días enciendo el ordenador a las nueve de la noche. Estoy enganchado a esos foros de literatura donde se escribe y se comenta sobre poesía, en realidad es mi única adicción. Escribo cosas casi ausente, mientras pienso en ella, y no sé muy bien en realidad lo qué pongo. A ti no te puedo engañar, solo escribo para que me lea. Pero nunca dice nada.

En mi despacho he puesto dos librerías nuevas más y las he llenado de libros que he comprado de segunda mano; de esos que se venden al peso. El saber ocupa mucho espacio, pese a lo que dicen. Así, mi casa es mucho más que un hogar vacío y trsite, más que una casa bonita en una urbanización en mitad de la naturaleza. No echo en falta nada, sólo pienso en cómo sería mi vida con ella, y bueno, también me pregunto para qué he existido. No sé, querido diario, no veo su cara hace mucho tiempo, pero sí una sombra preciosa en forma de mujer en la pared. Creo que voy a enloquecer. Acabo de redactar una carta, por si acaso, por si tomo una decisión definitiva antes de haberla tomado. Ya me entiendes. 

Voy a sacar a mi perro a dar su paseo diario, me voy a marchar por la puerta y quizás no vuelva. Creo que ella no se merece esto. Es una buena persona. Tiene alguna arista, eso sí, es mudable de ánimo e imprevisible. Sé que lo pasa mal. Pero, es que ya no sé como acertar con ella. Sí, querido amigo de páginas abiartas a mis reflexiones, es la-imaginaria-mujer-casi-perfecta, no me cabe duda, y ha estado estos días rondando por mi cabeza. Por lo que me han entrado las dudas también a mí. Ya ves, todo se contagia. No lo niego.

Y es que cuando vuelvo a casa ya no me reconozco en los espejos y eso me está afectado mucho. Tengo que volver a encontrarme. No sé si mi sitio está con ella. ¿Tú qué crees, Diario?

jueves, 25 de junio de 2020

Vivimos tiempos revueltos




El mundo está revuelto, cada día mueren personas de hambre, por falta de recursos sanitarios o víctimas de la violencia. Mueren en accidentes de tráfico, mueren en nombre de estúpidas e intolerables creencias religiosas. Todo esto nos recuerda la fragilidad y la vulnerabilidad del ser humano, y lo absurda que es a veces la sociedad.

Vivimos ajenos a la verdadera belleza de la existencia, para encontramos en su caso con la injusticia, con el dolor, la rabia y el miedo a lo que es en esencia algo natural; existir. Me da pena el sufrimiento que esto genera, la incertidumbre de saber que no conocemos la realidad de hacia dónde vamos y el dolor que genera todo este caos evitable.

Creemos aún hoy, por desgracia, que cuando la palabra era silenciada en otros tiempos, de forma legal, con penas de todo tipo, era más fácil dilucidar la verdad. ¡Qué ignorantes seguimos siendo! Cuando alguien está dispuesto a acabar con la verdad al precio que sea, es obvio que está potenciando la mentira, y que esta solo le es favorable a él, como individiduo o como grupo. Porque ya ni siquiera se trata de si el otro piensa bien o mal, sino de que piensa diferente.

Y no nos esgañemos, ninguna generación, en ninguna época, ha tenido fácil pensar. Porque aquellos que han ostentado siempre el poder, político, económico, militar o religioso, jamás han deseado que nadie piense en el porqué de las cosas, so pena de que se desee ser perseguido, señalado y apaleado. 

En esta España nuestra, hace apenas cien años, la mitad de la población era analfabeta funcional. ¡Qué maravilla, qué comodidad para esos señoritos caciquiles que campaban a sus anchas! Hoy, sin embargo, hasta el hijo del más pobre tiene estudios, cuando menos, básicos. Y debería ser suficiente para no volver a caer en aquellos mismos errores, aunque no es así, porque esa otra España nostágica, obscura y rancia, quiere, ama, desea esos tiempos pretéritos en los que ellos eran la ley, la verdad y la palabra. 

Por eso, y porque mucha gente sigue siendo analfabeta en pensamiento, estos mediocres, tristes y melancólicos trasnochados, buscan lo que siempre tan bien se les ha dado, enfrentar a unos contra otros. En otros tiempos, eran los únicos depositarios de la palabra, las únicas autorizadas legítimas. Prácticamente los amos de todo. Y el pobre ciudadano de a pie, solo podía enterarse de las pequeñas cosas, con el boca a boca de quienes se jugaban el tipo para contarlas. Siempre ha habido cotillas.

Vivimos tiempos convulsos, y esta pandemia que sufrimos con el covid-19 se ha instalado en nuestras vidas para enseñarnos a luchar y convivir con una situación totalmente nueva, tanto en nuestro país como en el mundo entero, algo que no pasaba desde la II Guerra Mundial. Estamos sometidos a una fuerte tensión social y económica y las consecuencias todavía son inimaginables pero no es excusa para atacarnos entre nosotros, no es pretexto para difamar al contrario, no es justificación para sacar lo peor de cada uno, esto no nos da una coartada para hacer lo que nos de la gana. Ahora más que nunca hay que ser solidarios, hay que ser héroes, hay que ser equipo, porque solo unidos, el mundo dejará de ser ese lugar revuelto, y los tiempos serán menos convulsos.Algunos dirán que esto es comunismo, pues entonces será que soy comunista, pero ni siquiera me había enterado.

martes, 23 de junio de 2020

Se enamoró la luna




Se enamoró la luna de un gitano solitario y lo miraba desde desde arriba, allí donde los juncos se levantan altaneros a la orilla del agua, mientras su piel aceitunada brillaba bañada por el río y por la luz que ella le arrojaba. Ya está toda enamorada la luna creciendo en el cielo estrellado, grande, muy grande se está haciendo, para verlo más de cerca y poder acariciarlo. 

Y he ahí al gitano tratando de entender el porqué de los amores imposibles, analizando hechos que no entiende, bajo esa luna que lo deslumbra sin dar luz a sus dudas. Ese ser desbordado de preguntas, inseguridades, tristezas y amarguras.

Quizás no sea la luna a quien espera, tal vez, porque mira más allá de las estrellas, un amor soñado que se demora es lo que turba su esencia. Qué loco se siente ahora. Ajeno a esa luna que lo desea, buscando un campo en ese espacio tan cansado para descansar las  desilusiones y amarguras que su corazón asemeja. Llora la luna su pena. Llora el gitano la misma. Sus manos se juntan y sus dedos se entrelazan, no reza. Dramatiza.
Que ironía, un alma tan saturada de malas experiencias, buscando tener un encuentro donde las estrellas brillan, donde solo una es la buscada unión eterna.

Sí, luna, tú eres testigo de tal pecado de la manera más inocente, en tu profunda e inmaculada luz anacrada y moribunda. Dama blanca en una noche oscura, que mirando a su amado se desvanece sabiéndole perdido. No mueras hasta que el sol venga a recogerte. Que él recogerá los jirones de tu piel nívea apagando con su fulgor a todas las demás estrellas. Y quedará solo el gitano, herido e inerte.

viernes, 19 de junio de 2020

¿Qué es la belleza?




Más allá de la expresión sensorial, se pueden considerar algunos aspectos abstractos y conceptuales como cosas bellas. Un poema puede ser destacado como un texto bello, lo que importa es qué se dice y cómo se dice, es decir, la belleza no está en el papel donde está impreso o en la pantalla del monitor donde lo leemos. La belleza está en la armonía de las palabras que lo componen.

Porque para los seres humanos la armonía y las proporciones adecuadas son siempre deseables. Lo opuesto es fealdad, que no causa placer, más bien descontento. Desde los principios de la historia de la humanidad, se ha intentado establecer una definición clara de lo que es la belleza, podríamos decir que es un concepto subjetivo, en orden a las experiencias e ideas de cada individuo, pero también es algo estandarizado, que responde a una serie de principios establecidos como tales.

Platón ya elaboró un tratado sobre la belleza tomando ciertas ideas pitagóricas, como armonía y proporción, y fusionándolo con la idea de esplendor. Para Platón, la belleza proviene de una realidad ajena al mundo que el ser humano no es capaz de percibir completamente. «De la justicia, pues, y de la sensatez y de cuanto hay valioso en las almas no queda resplandor alguno en la imitación de aquí abajo, y solo con esfuerzo y a través de órganos poco claros, les es dado a unos pocos, apoyándose en las imágenes, intuir el género de lo representado.»

Posiblemente, la realidad sea otro tema, es decir, que las cosas son bellas o feas según el ojo que las mira, o dicho de otro modo, la belleza es una experiencia subjetiva, que puede variar no solo de un individuo a otro, sino entre culturas y épocas. 

Kant distinguía entre dos tipos de belleza. La libre, natural y sin arreglos, y la belleza adherente, sujeta al juicio racional que espera encontrar en ella una serie de atributos según los cuales el objeto es considerado como bello.

Pero, ¿en verdad esto nos convence como explicación de la belleza? A mí no. Un ejemplo, un día le dije a una mujer lo guapa, lo bella que la veía, era la primera vez que yo hacía algo así, y ella era y es, para mí, la belleza. Sin embargo, por alguna razón, no me creyó, quizás es que es demasiado modesta, tiene poco asumida su gracia o, es que pasea su encanto sin ser consciente de tenerlo siquiera. También puede ser que desconozca la frase del filósofo Francis Bacon: «la belleza está en los ojos del que mira». En cualquier caso, la otorga y la siente uno mismo porque brota de los ojos que miran.

jueves, 18 de junio de 2020

Triste payaso




Triste cuadro el que pinto al final de mi largo día,
tristes las noches que vivo, sin poder siquiera mirarlas.
Tristes versos los de esta poesía,
triste camino el mío, más propio de una ópera bufa.

Un viejo melodrama parece, que el viento trae a mi ventana,
solo por el precio de la fama,
o por haberte amado ayer.

Triste cuadro el que pinto, pobre payaso de circo,
al que mira atento el león, el león que sigue invicto.

Habito en el país de la luna oscura,
en mi solitaria habitación deshabitada gimo,
allí donde la más bella criatura, es la esperanza que sueño.
De olvido vivo y de olvido muero como planta en jardín dejado,
sabiendo que nadie quiere a quien a nadie ha amado.

¿Dónde está aquella inocencia perdida?
¿Dónde la venidera vejez negada?
Todo son lágrimas perdidas, todo horas desesperadas.

Sí, de olvido vivo y de olvido muero como flor finita delicada,
como Adán sin Eva,
como ave sin alas.
Sabiendo que nadie quiere al que a nadie ama.
¡No me lo repitas, alma!

Pero hoy lo he visto claro, he recapacitado.
Que cante mi espíritu como la alondra o el jilguero
con voz blanca o carmesí.
Que sea su sonido un torrente de voz clara y cristalina.
Delicada como el lirio,
alegre y triste como un violín gitano.

Porque ya no buscaré más tus formas fantasmales en mi almohada,
porque sin tenerte, te tenía,
porque sin hablarte, tú me hablabas.
Porque eras tú. 
Sí tú... ¡La primera estrella de la tarde!

Violencia verbal contra Iglesias y Echenique



Cuando hace ya bastantes años, en la facultad de CC. Políticas, nos enseñaban que, el fascismo es la doctrina que se caracteriza por la apología y el uso de la violencia y el autoritarismo, no pensé que un día no muy lejano lo vería campando alegremente por nuestras calles e instituciones. Lo había oído en boca de mi abuelo, que sí lo vivió, pero nunca imaginé que España involucionaría tanto como para tener que volver a escuchar cosas tan repugnantes como a las que hoy nos empiezan a acostumbrar algunos energúmenos desatados. Sólo el deseo represivo de la libertad que promueve la discriminación es capaz de algo tan abyecto. Estos fascistas representan el odio, los insultos y las agresiones. 

Imbuidos de una supuesta autoridad moral, que por supuesto no tienen y mucho menos  conocen, desprecian cualquier resultado electoral que no les favorezca a ellos, e intentan  cambiar desde la violencia y las injurias todas las decisiones de este Gobierno legítimo y democrático. Minorías intolerantes entre las que se encuentran Vox y algunos exaltados del Partido Popular.

Frases como estas al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, dedicadas por el concejal del PP en Novallas (Zaragoza) Eloy Valero, dejan claro cuál es su intención: “A ti lo mejor es pegarte un palizón y dejarte vegetal porque pegarte dos tiros es muy rápido, pedazo de mierda”, “a su madre le dio asco parirle”; o estas otras dirigidas a Pablo Echenique por el mismo personaje, “Eres un caracol baboso, arrastrado y cornudo”, “tendrías que estar agradecido a España por acogerte, cucaracha sin patas”; o esta, “pido todas las noches que cojan semejante infección de intestinos y páncreas que tengan que estar echando sangre por la boca y los oídos. Ojalá cuando pase esto los asesinen a la vista de sus mujeres e hijos”.

Este es el mejor ejemplo de lo que significa ser fascista, exaltación de la violencia, una de sus señas de identidad, amenazas, insultos vejatorios y falta total de resperto y humanidad. Si estas no son gravísimas ofensas, entonces que no vuelvan a decirnos que la ley es igual para todos, porque si hay raperos, cantantes e incluso gente sencilla acusados y condenados por menos, este borrico enloquecido, debería ser encerrado en un calabozo y con bozal, y tirar después la llave al océano para que no vuelva a ver la luz. Yo veo aquí ese misterio insondable de la crueldad humana, eso, o este exaltado tiene una descompensación de minerales en su bulbo raquídeo.

El Vals de la Sombras



He aquí mi sufrimiento sin razón alguna,
mis palabras calladas,
mis sentimientos escondidos,
esos silencios eternos que nunca acaban,
esos gritos no gritados.
Y todo el dolor de un alma torturada.

Ya no soy yo.
Advierto un rostro en el espejo
y no es el mío.
El silencio se acerca como viento podrido,
al mínimo remanso de mi herida abierta
mi voz es otra entre las voces de la incertidumbre,
cansada, siempre cansada de gritar sin consuelo.

Soy la sombra que el tiempo esgrime detrás de mí,
un oasis de tinieblas sobre un mar de lágrimas.
Un cielo nubleado, un hombre triste, un charco de sangre coagulada.
Niño olvidado, canción desgarrada,
eco de notas estrelladas en la piel del pasado.

Pensamientos de cal pútrida convertida en estatua.
Palabras sacrificadas, abortadas antes de ser escritas,
por el viento, por entrañas arrancadas.

Mis marchitas alas duelen.
Son como hojas secas de frío otoño.
Luciérnagas ciegas, apagadas, agonizantes,
luciendo su vestido de seda negra.

Soy ese ángel nocturno que robó tu vida,
aquel que no te dejaba soñar verdades,
pero tampoco despertar.
Inmóvil, yaces ahora en la gélida tumba de tu indiferencia,
vigilada por los engendros de la noche que te traje.

Y la piel de tu cadáver tiembla en mis manos,
y tus labios blancos en mi llanto se bañan.
y la luz de tus ojos apagados ya no me ciega.

No me queda nada,
ni siquiera el miedo a quererte.
Tan solo un suspiro helado
que galopa en el recuerdo de tu cara envuelta en palidez.
Ahora tu aliento es ceniza,
de tu pálida figura huye la nieve.
No es su blancura comparable a la tuya.
Níveo cisne de mis obscuras ilusiones.

sábado, 13 de junio de 2020

La poesía: un recogimiento místico




Hoy en día, en estos tiempos que corren de lógica tecnológica, donde la mente responde a estímulos programados y a las fugaces frivolidades de los medios, el poeta es  sistemáticamente desoído, considerado excentrico e inadecuado; nada cómodo. El lector actual impone a la lectura lenta de la poesía, la veloz conversión del mundo real, y esto es imposible de compaginar. Porque leer un poema como si fuera el prospecto de un medicamento es un absurdo y una torpeza. La poesía tiene su tiempo, en el que todo existe con la velocidad de una evasión orbicular. Se trata de leer el poema según la duración de la lectura y no de la escritura, es decir, profundizando en la métrica del poema con un ritmo alejado de la uniformidad de la prosa. La poesía expone un desconocimiento perfecto del mundo y ahí radica su perfección, su belleza, en esa armonización de las palabras entre si y en la relación cambiante entre el mundo y las cosas. 

La belleza poética existe solamente en la combinación de esos elementos que conforman su estructura. Las palabras son la razón de lo que se dice, el crisol que pone en igualdad de condiciones al lenguaje y al pensamiento. Es la plenitud de una realidad. Es decir, en la poesía el lenguaje se encuentra consigo mismo, recreando una intimidad que no es de todo el mundo, sino del propio autor, pero expansiva al lector. Es la gran paradoja de la  libertad, el lenguaje poético nace de unos sentimientos cifrados, pero entendibles y abiertos desde su privilegio blindado, las palabras encuentran nuevas alianzas consigo mismas y con las demás cosas con las que se relacionan. Exceden las combinaciones que conforman su identidad. Se transforman en la versión continua de lo indefinible.

La poesía nos ayuda a comprender más fácilmente el sentido de la vida y a percibir la realidad en toda su complejidad. En cada verso, el poeta, consciente o inconscientemente, nombra lo visible y lo invisible, y en algunos poemas, nos reconocernos en sus palabras, como verdades incuestionables.

Y es que la poesía causa un efecto reposdado en quien la lee, que poco a poco le desvela una riqueza de matices, sentimientos e imágenes capaces de tramsportarle a evocaciones fascinantes. Saber escribir un poema cura de la angustia que produce la palabra retenida, saber leerlo redime de la insensibilidad que causa la visión acelerada de la vida moderna.


jueves, 11 de junio de 2020

Lo que el viento se llevó no tiene por qué volver



Debemos contemplar el arte por encima de sus sospechosas o incluso repulsivas fuentes ideológicas, siempre que no sea mera propaganda vacía, evidentemente. Aunque eso ya no sería arte en sí mismo. Hay cualidades que pueden extraerse de toda obra y que no obstaculizan el buen arte. El fascismo es una excepción. Por ejemplo, las películas alemanas que se produjeron durante el Tercer Reich son en su mayor parte mediocres y  superficiales, al igual que las franquistas, como "Raza", "Sin novedad en el Alcazar" o "El santuario no se rinde". Son obras de propaganda fascista y nacionalista. Sin embargo, las películas bélicas japonesas, son mucho mejores. Aunque tenían que avalar la ruda política del momento, algunas son excelentes, como "Five scouts" o "Mud and soldiers", ambas dirigidas por Tomotaka Tasaka. Y es que no se centran en la gloria militar, sino en las duras vidas de los hombres en combate. El énfasis no recae en las hazañas heroicas sino en el autosacrificio. En ellas, el racismo no contamina las escenas. Nunca se ve propiamente al enemigo. El tema no es la perversidad del adversario, sino la belleza del sacrificio propio.

Por eso, antes de vetar películas como "Lo que el viento se llevó", es neceario observar otras características, a parte del momento en que estas obras fueron realizadas. Porque incluso en los casos en los que aparecen estereotipos raciales, el arte no puede descartarse. Wagner era antisemita, sus escritos así lo demuestran. Pensaba que los judíos corrompían la cultura alemana, pero trabajó en sus óperas con músicos judíos. Y quizás por ese mismo racismo, Wagner creó algunos de sus personajes dramáticos más complejos, ricos y enigmáticos, así como parte de la música más evocadora, iconoclasta y bella. 

Los poemas más controvertidos de T. S. Eliot denotan antisemitismo, es innegable. Pero, también es cierto que, los momentos más desagradables de Eliot aparecen en los versos de su muy buena poesía. Por ello podemos maravillarnos de esta poesía sin suscribir su punto de vista ni su antisemitismo. 

Resumiendo, no hay un estilo artístico bueno o malo en el sentido de moralidad, solo hay versiones degradadas de estilos estéticos o puros, puestos al servicio de propósitos deplorables. A veces estos hechos pueden ser descontaminados o vistos con la perspectiva del tiempo, otras no sucede lo mismo, pues las obras de arte están demasiado contaminadas. No podemos erradicar al Bleistein de Eliot o el kkk de Griffith, está claro que seguirán contaminando a las obras maestras que los contienen. Pero deberíamos seguir conservándolas, no solo por sus cualidades artísticas, sino también para aleccionar nuestra conciencia de que el genio puede ser absolutamente compatible con algunas de las peores ideas. Todo forma parte de la Historia Universal, las cosas más horribles y las más hermosas. Pero es necesaria una buena educación, sana y abierta para entenderlas en su contexto y avanzar siempre en el buen camino.



El Ingreso Mínimo Vital


El sistema de rentas mínimas debe verse desde la perspectiva de políticas de lucha contra la pobreza para cubrir las carencias que ha demostrado el Estado de Bienestar desmantelado por años de recortes y políticas de austeridad de la derecha, y como herramienta eficaz para evitar el crecimiento de la pobreza en España. La política de ayudas desarrollada por este Gobierno está dentro de una filosofía que acoge un modelo de rentas mínimas garantizadas, pero no condicionadas. Es un modelo diseñado para cubrir a las familias en situación de pobreza extrema y sus carencias básicas: gastos de manutención, vestido, calzado, vivienda y gastos puntuales que impliquen situaciones de emergencia. Hasta ahora, al no tener la garantía jurídica de derecho subjetivo, no alcanzaban a cubrir la demanda real de quienes la solicitaban, ya que siempre habían estado sujetas a presupuestos muy escasos.

La virulencia de esta pandemia y la crisis económica que ha traído como consecuencia de la paralización del país ha sumido a muchas familias en la extrema pobreza, y en una terrible espiral de marginación con el resto de la sociedad, todos hemos visto esas imágenes de interminables colas de espera para recoger unos escasos alimentos básicos. Esto explica porqué esta realidad no puede ser ignorada por más tiempo en nuestro país. Ya no es algo lejano, que sólo ocurría en otros países o que pertenecía a nuestra historia pasada de los tiempos oscuros del franquismo. El aumento de las familias en situación de pobreza ha vuelto a situar esta realidad como una de las grandes preocupaciones del momento. 

En general, esta respuesta se centra en aportar recursos frente a un problema de urgencia. Pero esto sólo permite a aquellos que la perciben sobrevivir, nunca avanzar realmente ni salir de la pobreza. Por eso, no entiendo a elementos despreciables como Aznar o Abascal, decir que esta ayuda potencia la mentira y el engaño, la vagancia y la relajación laboral de quien la perciben, está claro que no hablan desde la necesidad de esos que pasan hambre y ven a sus hijos pasarla también, no saben lo que es pasar miedo para proteger a los más pequeños.

Quienes viven en situación de pobreza se esfuerzan realmente por sobrevivir con dignidad, y nadie va a conformarse con 460 euros y cronificar su estado de supervivencia pudiendo optar a un trabajo bien remunerado. Porque, repito, esta gente sobrevive, no vive, esa es su realidad diaria. Pero, claro, desde su atalaya de grandeza, su sueldo vitalicio de 79.336 euros anuales, este hipócrita insolidario, se siente muy digno diciendo que como emergencia por unos meses vale, pero que prolongarla es potenciar la vagancia. Y lo dice desde Marbella, donde pasa la cuarentena con la ilustre Botella (no la de vino, que también), saltándose todas las medidas de seguridad. Estos son los españoles de bien, los de la España que madruga.

martes, 9 de junio de 2020

España es Voz, una web vinculada a Vox, hace una encuesta sobre si el rey debería disolver las Cortes y convocando al Ejército tomar el mando



Pese a que la Constitución es una norma suprema, el ordenamiento jurídico se debe interpretar en su conjunto. Sí, la Constitución está sobre todo lo demás, pero esto no significa que otras normas de rango inferior o igual no se deban tener en cuenta. Pues  matizan en muchos casos qué significa lo que dice la Constitución. Esto, algunos políticos descerebrados, deberían grabárselo en la frente.

En el caso del artículo 8, al que Vox está haciendo referencia para que el ejército derroque a Pedro Sánchez, dice que “las Fuerzas Armadas tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”. Pero, estos tarugos no se dan cuenta que existen otros artículos dentro de la propia Constitución que desarrollan esa afirmación, por ejemplo el artículo 97  "el Gobierno dirige la política interior y exterior, la Administración civil y militar y la defensa del Estado. Ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamentaria de acuerdo con la Constitución y las leyes".

La página "España es Voz", dirigida por un candidato de Vox y un estrecho colaborador del partido de extrema derecha, expone una encuesta en la que pregunta a sus lectores si creen que el rey debería disolver las Cortes, convocar al Ejército y tomar el mando. Estos eruditos de la estulticia no saben siquiera que tal acción por parte del monarca sería inconstitucional y equivaldría a un golpe de Estado. 

España es Voz es una web que copia el estilo familiar de la propaganda fascista para distribuir contenidos con titulares falsos y directos a torpedear la estabilidad del Gobierno. Aprovcechando la pandemia y la crisis que ésta está provocando en nuestro país, estos desalmados, se están quitando la careta con total impunidad y alegría para hacernos ver que, a la altura del Covid-19, la viralidad de Vox es igual de letal.

Únicamente la declaración del Estado de Sitio militarizaría la vida civil y política, pero declararlo  corresponde al Gobierno  (artículo 116 de la Constitución). La supremacía del Rey sobre las Fuerzas Armadas (artículo 62) queda en simbólica con el artículo 64, que dice: “los actos del Rey serán refrendados por el presidente del Gobierno y, en su caso, por los ministros competentes”. 

Por lo tanto, no solo el militar que se levante, sino cualquiera que inste a un miembro de las Fuerzas Armadas a alzarse públicamente contra el Gobierno, estaría cometiendo un delito de rebelión. 

Pero lo preocupante no es que haya personas elegidas democráticamente defendiendo esto. Lo alarmante es que algunos españoles secunden que España está en peligro con un Gobierno legítimo elegido democráticamente. El Ejército no puede intervenir, y meter estas ideas en gente desinformada es, cuando menos, peligroso. En cualquier caso, y para que estos descerebrados aprendan qué es una democracia real, la Constitución, el Gobierno y las mismas Fuerzas Armadas garantizan su derecho a expresarse, pues es un derecho constitucional. Un derecho, en este caso, para decir auténticas gilipolleces.

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