domingo, 7 de junio de 2020

Esta no es una historia de amor





Muchos dirán que soy un loco. Pero, ¿qué es la locura? Locura no es ese trastorno o esa perturbación patológica de las facultades mentales, locura no es ser imprudente, insensato  o poco razonable, locura no es realizar de forma irreflexiva o temeraria actos espontáneos, locura no es gritar ni es correr por las calles cada mañana o cada tarde buscando una señal en las estrellas.

Locura es mi manera de vivir, mi manera de sentir, mi manera de ser. Es no tenerle miedo a nada, es sonreír cuando todos quieren verte llorar, es beber de la lluvia mientras todos corren a cobijarse, es bailar allí donde suene una canción aunque el mundo se burle de ti.

Locura es sentir, es respirar a pleno pulmon un día de viento, es ver la vida llena de colores mientras los demás sólo aprecian el gris. Es aspirar el aroma de las flores en cualquier jardín imaginario en ese instante en que los que te rodean perciben humo contaminado y olor a asfalto quemado; es escribir tu historia sin robar palabras al diccionario.

Locura es la mirada que arde detrás de unas pupilas encendidas, locura es la paz de enamorarse de esos ojos maravillosos que te miran comprendiéndote. Locura es la sonrisa sincera que despiertas en otra alma loca, ese miedo sincero a un beso.

Locura son las mariposas que volando dentro de tu cuerpo te hacen estremecer, las cosas pequeñas que te complacen y que duran para siempre.

Locura es la sensación mágica que provoca en cada célula de mi cuerpo esa criatura deliciosa que es mi mujer, es la canción que me trae su recuerdo, es el poema que se escribe y donde se es el poeta, el amante y el soñador.

Locura es mi religión y la oración de mis noches, locura es la sangre y la carne que me hacen humano. Dirán que no soy normal, que estoy loco, pero solamente loco puedo ser feliz.

Locura, severa palabra, quizás, causada por tomar un bebedizo, como en el relato de Tristán e Isolda. Algunos ilustres científicos lo achacan a la oxitocina que actúa tanto en el enamoramiento como en la sexualidad.

La locura de amor entre Romeo y Julieta nos parece arrebatadora, aunque a un tiempo  inverosímil; se miran sin saber quiénes son, al hablarse ya están enamorados. 

Muchos pensarán que no es más que literatura de kiosco, culpa de las óperas de Wagner o de canciones tontas, poesía Shakespeariana, o letra de boleros. Sin embargo hay en alguos mamíferos una rara propensión a la monogamia, el cinco por ciento de los mamíferos la poseen. Se cruzan por azar una sola vez y ya no se separan, en virtud de una elección tan instantánea, tan casual, tan irreparable, como la que a nosotros nos lleva a enamorarnos, a veces contra nuestra propia conveniencia.

En realidad, lo que importa es entender esa sabiduría que está contenida en los poemas, en los mitos y en los cuentos. En todos ellos, el amor surge caprichosamente, y como no tiene remedio puede provocar consecuencias desastrosas. Eso es amor. Tal vez ese sea el veneno de la locura, una maldición, una dañina adicción.

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