jueves, 4 de junio de 2020

¿Hasta cuándo?




Los españoles de izquierdas aguantamos todo. Que las derechas intolerantes se ríen de nosotros, transigimos; que mienten y nos llaman gentuza a la cara, disculpamos; que nos insultan y agreden, resistimos. Cuántas veces tendremos que templar nuestos instintos y no estallar en una ola de protesta contra tanto dislate. ¿Cuántas? Somos de naturaleza resignados y tolerantes, amnésicos y pacientes. Pero, ¿cuándo vamos a exigir responsabilid? Despertemos. La realidad es la que es.  Un espectáculo deplorable. 

Yo entiendo el derecho del otro a discrepar y llevar la contraria, pero sin ofender. No se trata solo de escuchar a quien dice lo que queremos oir. Hacerse oír no está reñido con respetar, pero sí lo está con usar el poder coercitivo, la mentira, el insulto o la falta de respeto.

Hemos llegado a un estado nauseabundo en el que lo políticamente incorrecto es precisamente lo adecuado. Parece que ese es el deber de esos “españoles de bien” o de esa "España que madruga". Hoy en día el intolerante es el dueño de todas las ideas y valores propios y contrarios. Los demás solo somos vagos, piojosos y maleantes.

Esta derecha está legitimando la persecución y la censura de ideas contrarias. Es ortodoxo promover  abiertamente el odio a lo "progre", es totalmente lícito, no importa si se ofende o se incita al odio. Pero, eso sí, aquel otro que promueve ideas de progreso y avance, aquel que prioriza lo social ante el capital, es mala persona, comunista y todo aquello que se les ocurra, que es mucho, aún cuando solo defiende sus principios. Y lo que es peor, parece que cuanto más agresividad verbal se muestre más consistente se considera esa mentira infundada creada para perjudicar.

Al final, se trata de callar a todo aquel que se oponga a su plan de acabar con los valores, con las ideas evolutivas que hacen grande a un país y que han permitido históricamente la libertad y la democracia. Nos queda un arduo trabajo, debemos ser valientes, vamos a tener que aguantar que nos señalen, que nos llamen amorales, pero, en realidad, solamente así constuiremos un lugar donde se viva de manera libre y mejor. Y estos fanáticos, tendrán que aceptar esa gran realidad o sublevarse como hacen siempre y acabar con la soberanía de un pueblo libre para imponer su tiranía cobarde.

1 comentario:

  1. Está claro que la derecha española tiene muy mala fe, usa datos falsos como acicate para perjudicar así al Gobierno, pero es que con ello daña también a las familias españolas. Educación es lo que necesitan y responsabilidad. Pero bien que callan la gestión de la Comunidad de Madrid en esta pandemia y sus actos criminales contra los ancianos que viven en las residencias. Ya es hora de contestar a estos sinverguenzas y decir las verdades.

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